Turquía afianza su protagonismo en el sourcing europeo de moda mientras su economía se debilita. El país, que ha entrado en recesión técnica, disparó el año pasado sus exportaciones de artículos textiles y de moda a Europa apoyándose sobre todo en la devaluación de la divisa local. Ahora, en el nuevo escenario de recesión, todo indica que la situación persistirá.
El Producto Interior Bruto (PIB) de Turquía registró en el cuarto trimestre de 2018 una caída del 2,4% respecto al trimestre anterior, entrando en recesión técnica por primera vez desde 2009, según los datos divulgados ayer por el Instituto de Estadística de Turquía (Turkustat). En términos interanuales, la caída del PIB del país fue del 3%.
Pese a los retrocesos de la economía turca en los dos últimos trimestres del año, el conjunto de 2018 fue positivo, con un avance anual del 2,6% respecto a 2017. Sin embargo, la subida estuvo muy por debajo de la registrada un año atrás, cuando se situó en el 7,4%.
Por el momento, el ministro de Economía y Finanzas de Turquía, Berat Albayrak, hizo ayer hincapié en el carácter temporal de la desaceleración económica y apuntó al inicio de una recuperación moderada impulsada por las exportaciones y los ingresos turísticos. Parte de esta recuperación se basa en la devaluación de la divisa local, que el Gobierno turco ejecutó en varias ocasiones el año pasado con el objetivo de ganar competitividad de cara al exterior.
El textil, muy sensible a los costes productivos, sacó punta de esta devaluación para acelerar las compras al país. En 2018, la Unión Europea elevó un 2% sus compras a la industria textil turca, que se afianza como el tercer mayor hub del sector europeo, según los últimos datos del Icex.
Turquía fue el único de los proveedores en cercanía de la Unión Europea que incrementó sus ventas a la región el año pasado, cuando las redujeron Italia, con una caída del 2,2%; República Checa, con un descenso del 5,6%, y Portugal, que las hundió un 10,2%.
En el caso concreto de España, en 2017 Turquía ya avanzó a Bangladesh como segundo proveedor de textiles, prendas, complementos, accesorios y calzado, y en 2018, agrandó su distancia. Hace dos años, el mercado español disparó un 16% sus compras al textil turco, mientras que elevó sólo un 8% sus importaciones de Bangladesh.
También en el caso de la industria de la moda en España, Turquía ha distorsionado el mapa del aprovisionamiento del sector en cercanía. Así, mientras el país euroasiático ha elevado sus ventas de artículos de moda al mercado español a doble dígito entre 2017 y 2018, la industria textil de Portugal ha registrado caídas del 23,5% en 2017 y del 13,9% en 2018.
En el caso de Italia, las compras españolas también se contrajeron en el último año, con un descenso del 4,2%, mientras que las de Marruecos moderaron el ritmo de crecimiento, pasando de crecer un 23,3% en 2016 a un 8% en 2017 y un 5,9% en 2018.
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