El negocio de la moda ha crecido un 20 % en la comunidad gracias a esas empresas recién nacidas
Sololabel, en A Coruña; Hipotenusa Workshop, en Vigo; Estay 2015, en Poio; Suatex Diseño, en Santiago o Emwey Sport, de Nigrán. Son las cinco últimas, recién llegadas, a la lista de 147 empresas que se han integrado en el sector textil gallego en los últimos cinco años.
Los datos de un estudio de la Confederación de Industrias Textiles de Galicia (Cointega- Clúster Textil Moda) muestra un crecimiento constante entre los años 2011 y 2015, a un ritmo medio anual de 40 nuevas firmas constituidas que, en el conjunto de las 720 sociedades que integran el textil gallego -y excluyendo al gigante Inditex para evitar su efecto distorsionador-, suponenhaber incrementado ese negocio en un 20 %.
Son pymes, la mayoría de ellas constituidas con el mínimo de capital necesario (entre 3.000 y 5.000 euros). Algunas de ellas surgidas desde lanzaderas o aceleradoras de empresas (de corte tecnológico o de nuevos materiales); pero la gran mayoría dedicadas al diseño, patronaje, comercialización o distribución de moda y complementos, con un repunte apreciable del negocio vinculado a la ropa y el calzado deportivo; y la moda infantil.
Estas 147 nuevas empresas facturaron el año pasado algo más de 58 millones de euros, una cifra que invita a reflexionar, si se compara con el volumen de negocio de las firmas veteranas. Cointega hace un interesante análisis que demuestra que, por franja de edad, las firmas textiles más veteranas son las que alcanzan mayor cifra de negocio. Por ejemplo, Galicia cuenta con 110 sociedades textiles con más de 25 años de antigüedad.Pues bien, el grupo de más edad genera también mayor negocio. Facturó 415,5 millones en el 2015, casi la mitad de las ventas del sector gallego, que ascendieron a 1.237 millones (siempre sin incluir el gigante Inditex).
Según estos datos la conclusión es que el crecimiento rápido de las empresas no es una de las virtudes del textil, en donde la longevidad es el factor que marca la diferencia en la cuenta de resultados. Solo fenómenos como Textil Lonia o Bimba y Lola rompen el promedio de un sector de micropymes, muy emprendedor, pero de lento despegue.
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